Con la implantación del nuevo DNIe la sociedad en su conjunto da un paso más en el ámbito de una identificación personal más avanzada y en la que contamos con mejores garantías de protección frente a las estafas y la suplantación de la identidad. Se supone que este nuevo documento nació con la premisa que es más seguro que el antiguo DNI. Es un intento de proteger al ciudadano de un modo más activo y eficiente frente a los abusos que se producen en Internet. Así es como nos lo han intentado hacer ver desde las altas esferas del poder. ¿O tal vez sea un modo de manejarnos o tenernos más controlados? "Yo no digo nada al respecto, ahí lanzo esa cuestión".
Como ya dije al principio de este artículo, el DNI acredita electrónicamente la identidad de su titular y le permite la firma electrónica de documentos. La firma electrónica realizada por medio del DNIe tiene la misma validez que la firma manuscrita. De esta manera los ciudadanos autonómicos (actividades empresariales y profesionales) y los trabajadores en general poderán realizar, vía telemática, aquellas gestiones y trámites necesarios para su actividad. También firmar de su puño y letra todo tipo de documentos electrónicos con la ventaja de no tener que desplazarse físicamente para hacerlo, y así conseguir economizar su tiempo y el de los demás.Pero, tal vez; todo esto suene muy optimista, prometedor y no sea todo más que una estrategia vil empleada para violar más, si es posible; nuestra intimidad y privarnos de ella o hacernos creer que como "ciudadanos libres" gozamos de una intimidad, cuando en realidad puede que no se así...
No hay comentarios:
Publicar un comentario